Evaluación

“Ponerse una nota“ es reflexionar acerca de cómo aprendo, para qué me sirve y cómo puedo aplicarlo en otros contextos que sean significativos.

 

Desde hace muchos años venimos trabajando en identificarnos con criterios de una evaluación que no esté centrada en el resultado o en la calificación (o cuantificación).

Sostenemos y adherimos a una concepción de evaluación integral, formativa y continua, que elige momentos en que muestra ese procesos a través de ciertos instrumentos (boletines, informes, etc.) pero que sea constituido de muchas más evidencias. 

Lo que se muestra de una proceso de trabajo y aprendizaje es “una foto”, pero que la evaluación es “la película” . En tal sentido, esta circunstancia nos permitió fortalecer estas prácticas con toda nuestra comunidad. Además respecto a este, como en tantos otros temas educativos, la referencia a la evaluación remite a los paradigmas propios que los adultos hemos vivido y es por eso que cuesta entender aceptar o confiar en otros modos, que sin duda son más efectivos y realistas, además de dejar un impacto educativo en el alumno mucho más significativo.

Alumnos trabajando con pensamiento visible desde Kinder, creando evidencias y autovalorándolas, es un terreno fértil para que se desarrolle una verdadera metacognición y se posibiliten experiencias de autoevaluación.

“Ponerse una nota“ es reflexionar acerca de cómo aprendo, para qué me sirve y cómo puedo aplicarlo en otros contextos que sean significativos.

Es por eso que hoy trabajar con rúbricas o listas de cotejo digitales y sin un feedback cara a cara, no es nuevo, es simplemente sostener una práctica conocida pero en otro formato mediado por tecnología.